Alejandro Nadal en el periódico La Jornada, explica la expresión "macroeconomistas de agua dulce y de agua salada" de 1988; que se utiliza en Estados Unidos para diferenciar a los economistas "keynesianos" y los que creen que la intervención del gobierno es inútil.
Los macroeconomistas de agua salada navegaban pensando que ocasionalmente era necesaria la intervención del gobierno para restablecer los equilibrios que por algún problema el mercado no había podido consolidar; mientras que los macroeconomistas de agua dulce pensaban que la intervención era inoperante porque lo único que se sacaba de la intromisión del gobierno era mayor desempleo e inflación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario