
Desde 2008, los envíos de los emigrantes mexicanos habían mostrado un comportamiento decreciente, ya que una de las razones había sido la desaceleración de la economía de los Estados Unidos.
A pesar de que siguen existiendo dudas acerca de la actividad económica en los Estados Unidos y por tanto de México, debido a la gran dependencia que tenemos con nuestro vecino del norte; estas cifras traen consigo la posibilidad de empezar a entrar en un ola de recuperación económica, teniendo en cuenta que para el país las remesas representan la segunda fuente de divisas después del petróleo.
A partir de estos datos va creciendo la confianza en las dos economías; situación que pemite avanzar hacia un solido impulso económico.
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