La recuperación económica sigue siendo vigorosa para los países emergentes y en vías de desarrollo. Sin embargo, la estructura para los países desarrollados en este caso centrándonos en los países europeos sigue siendo débil y amenazan internamente la recuperación mundial.
En este caso es importante analizar la situación de países como Grecia y España, donde las manifestaciones sociales están presionando de una forma evidente a que sus gobiernos tomen medidas adecuadas.
Por ello a pesar de las condiciones meteorológicas y la subida de precios de las materias primas de los últimos meses, el crecimiento mundial alcanzó una tasa anualizada de 4.3% en el primer trimestre de 2011 según datos del FMI.
Sin embargo la recuperación sólida sigue a la espera de contar con reformas creíbles.
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