Para México, el escenario económico es de una tendencia de desaceleración en los próximos trimestres, que llevará a un crecimiento del Producto Interno Bruto de 3.4 por ciento el año entrante, estimó Eduardo Loría, director del Centro de Estadística y Modelística de Pronósticos Económicos de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Consideró que 2012 será un año complejo para México por factores políticos y económicos, pero pronosticó una recuperación de la actividad económica, apoyada por el mayor gasto por las elecciones de ese año. De acuerdo con el CEMPE, el PIB de 2012 crecerá 3.8 por ciento anual y en 2013 se espera una alza de 4 por ciento.
En la 29 reunión trimestral del CEMPE, Loría señaló que el debate de una doble recesión se aleja, aunque las tasas de desempleo permanecerán altas por un muy buen rato, y en México podrían alcanzar una tasa de 6 a 6.1 por ciento en el primer semestre del año próximo.
Para todo 2011 y 2012, la tasa de desempleo permanecerá elevada, en 5.8 por ciento de la fuerza laboral; muy por arriba de los niveles de 3.5 por ciento previos a la crisis global.
En cuanto a la creación de empleos formales inscritos al Instituto Mexicano del Seguro Social, el CEMPE pronosticó que el año entrante se generarán 368 mil nuevas plazas y 544 mil en 2012, tras la creación de 869 mil empleos formales previstos para este año.
Loría comentó que no se observan factores internos que pudieran generar una mayor productividad en el País; sin embargo, descartó riesgos asociados a la insolvencia de empresas mexicanas o a un default de la deuda soberana.
No obstante, agregó, permanecen latentes el conflicto de Corea, la recuperación y el ajuste estructural en Europa y la eficiencia de la expansión monetaria en Estados Unidos.
A este respecto, añadió que prevalecen dos visiones principales: una que vislumbra una fuerte depreciación del dólar estadounidense y una inflación de dos dígitos, y otra que considera un efecto de absorción al sector real de los flujos inyectados a la economía norteamericana y que elimina el temor de una deflación.
Por su parte, Joel Virgen, coordinador de análisis macroeconómico y mercados de Banamex, expuso que prevalece la incertidumbre respecto a si habrá algún cambio en el perfil del consumidor estadounidense tras la recesión global.
Expuso que el mayor ahorro en los hogares de Estados Unidos podría llevar a un cambio en el patrón de consumo, o por ejemplo disminuir la demanda externa, afectando la competitividad de las exportaciones nacionales.
6.1%
El incremento que tendría la tasa de desempleo en 2011
Todos los derechos reservados. Editorial Noroeste, S.A. de C.V.
http://www.noroeste.com.mx/publicaciones.php?id=642812Consideró que 2012 será un año complejo para México por factores políticos y económicos, pero pronosticó una recuperación de la actividad económica, apoyada por el mayor gasto por las elecciones de ese año. De acuerdo con el CEMPE, el PIB de 2012 crecerá 3.8 por ciento anual y en 2013 se espera una alza de 4 por ciento.
En la 29 reunión trimestral del CEMPE, Loría señaló que el debate de una doble recesión se aleja, aunque las tasas de desempleo permanecerán altas por un muy buen rato, y en México podrían alcanzar una tasa de 6 a 6.1 por ciento en el primer semestre del año próximo.
Para todo 2011 y 2012, la tasa de desempleo permanecerá elevada, en 5.8 por ciento de la fuerza laboral; muy por arriba de los niveles de 3.5 por ciento previos a la crisis global.
En cuanto a la creación de empleos formales inscritos al Instituto Mexicano del Seguro Social, el CEMPE pronosticó que el año entrante se generarán 368 mil nuevas plazas y 544 mil en 2012, tras la creación de 869 mil empleos formales previstos para este año.
Loría comentó que no se observan factores internos que pudieran generar una mayor productividad en el País; sin embargo, descartó riesgos asociados a la insolvencia de empresas mexicanas o a un default de la deuda soberana.
No obstante, agregó, permanecen latentes el conflicto de Corea, la recuperación y el ajuste estructural en Europa y la eficiencia de la expansión monetaria en Estados Unidos.
A este respecto, añadió que prevalecen dos visiones principales: una que vislumbra una fuerte depreciación del dólar estadounidense y una inflación de dos dígitos, y otra que considera un efecto de absorción al sector real de los flujos inyectados a la economía norteamericana y que elimina el temor de una deflación.
Por su parte, Joel Virgen, coordinador de análisis macroeconómico y mercados de Banamex, expuso que prevalece la incertidumbre respecto a si habrá algún cambio en el perfil del consumidor estadounidense tras la recesión global.
Expuso que el mayor ahorro en los hogares de Estados Unidos podría llevar a un cambio en el patrón de consumo, o por ejemplo disminuir la demanda externa, afectando la competitividad de las exportaciones nacionales.
6.1%
El incremento que tendría la tasa de desempleo en 2011
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