En la tercera reunión trimestral del CEMPE, el académico precisó que la estabilidad registrada en el tipo de cambio “es dictada por la decisión de mantener un equilibrio en el mercado de divisas y el sector real”.
Al respecto, Leonardo Lomelí Vanegas, director de la FE, mencionó que sería contraproducente perseverar en medidas que inhiben el crecimiento, pero la reducción del gasto público y el subejercicio del mismo apuntan en esa dirección.
La dependencia del ciclo económico de EU, que puede experimentar una fase lenta en los próximos años; la debilidad fiscal del Estado mexicano, que puede mantener a la baja la capacidad de gasto y una previsible contracción del crédito al sector productivo privado, son factores que, de no modificarse, limitan la capacidad del desarrollo económico, advirtió.
En el aula Octaviano Campos de la propia entidad universitaria, aclaró que se registran cambios importantes en el mercado laboral; desde 2008, la tasa de desocupación de las mujeres es menor que los porcentajes registrados en el rubro de los hombres. No obstante, admitió, “se encuentran en condiciones de mayor precariedad”.
Para este año, anticipó el académico, el crecimiento económico podría ubicarse entre 4.8 y 5.1 por ciento, aunque todavía no se conoce el impacto que causarán a la actividad económica los desastres naturales registrados en Veracruz y Tabasco.
En el 2011, agregó, se anticipa una reducción importante del crecimiento, y hacia 2012, habrá una posible recuperación, porque es un año político y el gasto público tiende a flexibilizarse.
Por su parte, Ignacio Perrotini Hernández, académico de la FE, sostuvo que la recuperación de la economía de Estados Unidos está vinculada al “porvenir” del dólar; tiene que ver con la decisión que tomen las autoridades monetarias de ese país.
Si deciden mantener la fortaleza de su moneda, explicó, habrá recesión económica porque no aumentará la oferta de dólares al ritmo que crece la demanda internacional. Si la Reserva Federal decide lo contrario, es decir, aumentar la oferta al ritmo de la demanda, la moneda se depreciará y se abandonará la meta de inflación.
En su opinión, el gobierno de EU no renunciará a manipular la oferta monetaria para alentar el crecimiento; entonces, podría haber inflación y la economía crecería más.
Si el dólar continúa devaluándose, como parece que va a ocurrir, son malas noticias para la balanza de pagos de México y para el sector exportador, motor del desarrollo de la economía nacional.
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